Ayer hubo un desahucio, hoy
ha habido dos, uno de ellos parado, todos han sido de forma exprés ejecutados
pos los mossos de cuadra, el procurador y el cerrajero. Son una nueva modalidad
de llevar a cabo los desahucios, ahorrando la comitiva judicial, los servicios
sociales (aunque haya menores).
Parece ser que con los
mossos de cuadra, ya es suficientes, tres o cuatro furgonas de antidisturbios y
otros tantos de coches celulares.
Ellos hacen de fiscales,
jueces, verdugos, servicios sociales y si hace falta de matones sin escrúpulos,
con una prepotencia insultante que intentan meter miedo a todo aquel que se
cruce o interponga en su camino. La verdad que no son tan valientes ya que
vienen armados hasta los dientes como si de terroristas se tratara, para echar
de la vivienda a familias tan angustiadas que el miedo las enmudecen.
En el segundo desahucio que
pretendían realizar hoy, estaba una mujer sola dentro del piso y después de
negociar que no se la echaría, han pedido entrar a hablar con ella, le hemos
pedido a ella que abriera con la
condición que uno de nosotros estaríamos presente y cuando ha abierto la mujer nos
han hecho salir para quedarse a solas con la mujer, ellos eran tres policías,
el procurador del banco y un representante de la administración. La mujer no entiende bien el castellano, y no
entendemos que secreto tenían que contarle para que no pudiéramos estar
presentes el caso es que según la mujer en un momento ha entendido al
procurador del banco si ellos (la familia) estaban dispuestos a quedarse en la
vivienda a cambio de un alquiler social, entonces ha intervenido el
representante del ayuntamiento, pero lo ha hecho en catalán para que la mujer
no supiera lo que decían. Después le hemos preguntado a dicho representante y
lo ha negado, claro es su palabra contra la de la mujer.
Este segundo desahucio ha
sido el de Prince y su familia que según el representante del ayuntamiente, hace una semana nos dijo
que estaba parado, como podemos ver la administración solo miente y se equivoca
cuando habla y fiarnos de ellos es poner
nuestra vida en peligro.
¿Qué justicia podemos
esperar de unos gobernadores corruptos, que a la vez están rodeados de
mercenarios sin escrúpulos? ¿Quién nos defiende de los defensores que nos
amedrantan con el miedo y la represión?
El sistema está podrido y
para poderlo cambiar hay que salir primero de él y acabar con todo lo que está
corrompido.
El sistema no se puede hacer
cambiar con sus propias leyes, porque están hechas para su propia defensa no
para su destrucción.
AVVCM
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