SEIS PREGUNTAS PARA DEFINIR UNA
SITUACIÓN
1. ¿Cómo surge la
Asociación de Vecinos de Ciudad Meridiana?
La Avv de Ciutat Meridiana surge a
principios de la década de los 70 del pasado siglo como principal instrumento
de los vecinos para reivindicar toda una serie de servicios y equipamientos de
los que carece el barrio desde sus inicios: colegios, ambulatorio, metro,
biblioteca, etc...
En la década del 2000, toda una
serie de circunstancias hacen que la incidencia de las asociaciones de vecinos
a nivel general se vea menguada de forma alarmante. Una población con un
individualismo consumista exacerbado y una apatía generalizada a todo activismo
que no sea lúdico. Además, en el caso de nuestro barrio con la bonanza del boom
inmobiliario se añade un cambio poblacional con la llegada de una elevada
proporción de nuevos vecinos con difíciles problemas de integración por problemas
idiomáticos, culturales, religiosos y a su vez el rechazo de una población
autóctona que ha olvidado que ellos también llegaron como inmigrantes.
Desaparecen los antiguos vecinos y los nuevos difícilmente participan.
A partir del 2008, la crisis afecta
de forma cruda a nuestro barrio: unos altísimos niveles de paro que hacen
inviable para muchas familias el pago de unas hipotecas con cuotas astronómicas
y que ven reducida su calidad de vida a unos niveles inimaginables unos años
antes.
Como respuesta a la crisis, y dentro
de la ideología criminal del neoliberalismo se aplican unas políticas de
austeridad que generan pobreza, una pobreza que la administración cada vez más
se niega a administrar.
Y a principios del 2011, nuestra
asociación de vecinos, a partir de la propuesta de una entidad del distrito 500x20 que trabaja el tema del alquiler
social pero que cada vez se ve implicada en la problemática de las hipotecas,
se implica de forma absoluta en la gestión de la pobreza.
Y comenzamos a parar desalojos de familias desahuciadas, solicitando la dación en pago y el alquiler social (esto último para familias con hipoteca o en alquiler), renombramos a nuestro barrio Villadesahucio consiguiendo una repercusión que llevará a muchos medios de comunicación a afirmar que somos el barrio con más desahucios de España. No disponemos de datos objetivos que nos permitan corroborar esa afirmación, pero si que es cierto que nos hemos convertido en el barrio donde se ha conseguido visibilizar de forma más patente esta problemática social.
Y comenzamos a parar desalojos de familias desahuciadas, solicitando la dación en pago y el alquiler social (esto último para familias con hipoteca o en alquiler), renombramos a nuestro barrio Villadesahucio consiguiendo una repercusión que llevará a muchos medios de comunicación a afirmar que somos el barrio con más desahucios de España. No disponemos de datos objetivos que nos permitan corroborar esa afirmación, pero si que es cierto que nos hemos convertido en el barrio donde se ha conseguido visibilizar de forma más patente esta problemática social.
2. ¿A qué necesidades
responde el Banco de Alimentos que ha organizado la Asociación de vecinos?
Desde 2011 la crisis continua sin
visos de recuperación y la problemática inicial de la imposibilidad de pagar la
hipoteca se extiende a otras necesidades por la total falta de recursos o las
paupérrimas ayudas concedidas por el Estado.
Y las familias que acuden a la asociación de vecinos por problemas de vivienda, cada vez más plantean la necesidad de alimentos para sus hijos; a la vez que se nos reporta desde colegios, la biblioteca casos de niños con síntomas de desnutrición.
Y las familias que acuden a la asociación de vecinos por problemas de vivienda, cada vez más plantean la necesidad de alimentos para sus hijos; a la vez que se nos reporta desde colegios, la biblioteca casos de niños con síntomas de desnutrición.
Hasta ese momento la parroquia del
barrio daba alimentos, pero un proyecto de optimización del servicio lleva la
distribución fuera del barrio complicando aun más el acceso a alimentos para
las familias necesitadas
Enviamos a las familias a Servicios
Sociales, pero éstos, cada vez más colapsados no pueden atender una avalancha
de familias sin recursos y a las que la posible solución toma cada vez mayores
plazos de espera.
Y en la Avv de forma espontánea
comenzamos a repartir algunos alimentos, los propios miembros, vecinos
solidarios, entidades nos permiten hacer un pequeño acopio de alimentos que
distribuimos como emergencia a familias sin recursos que están en el proceso de
espera de la selección de Servicios sociales para acceder al banco de Alimentos
de Caritas.
Año 2013. En colaboración con otros
actores y entidades del barrio, y ante el problema que para muchos niños puede
significar que no acudan al comedor del colegio y tengan una alimentación
regular presentamos un proyecto a una ONG, Vita Mundi que trabaja en la India,
en Guatemala, en el que planteamos que nuestro barrio puede sufrir una
situación de riesgo alimentario similar a los lugares que atienden en su
trabajo internacional. Han aceptado el proyecto y hemos conseguido repartir
unas 15 toneladas de alimentos en tres entregas durante el período estival para
algo más de 100 familias con niños de
hasta 14 años del barrio.
A su vez detectamos la existencia de
familias sin recursos y que no pueden ser atendidas por servicios
sociales, están sin papeles, se han visto obligados a ocupar y no están
empadronados.
3. ¿Cómo se llega a optar
por la ocupación de un espacio para organizar el Banco de Alimentos?
La ocupación de este espacio tiene
dos facetas: la función que se pretendía dar a este espacio y la necesidad de
que el barrio disponga de un local en
condiciones para distribuir alimentos.
A un barrio acuciado por una crisis
galopante donde el principal problema es la falta de empleo a nuestros
esclarecidos gobernantes municipales se les ocurre la idea de colocar un centro
de Inventores del MIT de Massachussets. Cual neodespotismo ilustrado nos
endosan un proyecto elitista que quizá en tiempos de bonanza hubiese sido
interesante, pero que ahora deviene casi un insulto. Valga decir que en
nuestros barrios tenemos pocos inventores, lo que más se estila son
investigadores, cuya tesis versa en cómo llegar a final de mes.
Un
gasto de casi 3 millones de euros que además se implanta sin ninguna explicación, sin posibilidad de
poder ser discutido por los vecinos. El alcalde lo anuncia en período electoral
en otro barrio y nadie se digna a venir
a explicarnos los parabienes de tal proyecto. Llegando la situación a niveles
de sainete cuando la regidora del Distrito, en una reunión sobre temas
vecinales, nos pide disculpas por no habernos explicado el proyecto porque ni
ellos mismos lo habían entendido...
Sus caprichos, sus negocios, como el
rescate del pufo inmobiliario de REGESA en Torre Baró, se nos venden como lo
mejor para nosotros. El método para solucionar los problemas de un barrio ya no pasan por mejorar la
calidad de vida de una población desfavorecida, en el fondo, ya no tenemos
remedio. La solución es traer "gente bien" para que con su elitismo
dignifiquen el barrio (ya sean inventores, profesores universitarios.. etc..). Hemos
ocupado para reivindicar un centro de formación profesional y que vaya
acompañado de la realización de planes de ocupación.
Y la otra faceta: el banco de
alimentos. La asociación de vecinos lleva 18 años, después de ceder su local de
propiedad, en unos barracones que eran provisionales, pero ahí seguimos. Por
problemas de espacio, de almacenaje, el local no es adecuado para la
distribución de alimentos.
Desde principios del 2013, hemos estado solicitando que se adecúe un local para la distribución de alimentos, en condiciones. En el que nosotros podamos participar asumiendo la entrega de alimentos de emergencia en la espera de selección, para colectivos en riesgo excluidos. Ante la falta de respuesta por parte del ayuntamiento hemos decidido ocupar este espacio, que permanecía vacío desde principios del 2013.
Este local no puede estar vacío y necesitamos un espacio de distribución; razón de sobra para ocuparlo. Dicha ocupación, por cierto, duró 5 horas. Esa misma noche, altos cargos del ayuntamiento acordaban con nosotros cedernos el espacio para uso como banco de alimentos solidario hasta la habilitación de un nuevo espacio.
Desde principios del 2013, hemos estado solicitando que se adecúe un local para la distribución de alimentos, en condiciones. En el que nosotros podamos participar asumiendo la entrega de alimentos de emergencia en la espera de selección, para colectivos en riesgo excluidos. Ante la falta de respuesta por parte del ayuntamiento hemos decidido ocupar este espacio, que permanecía vacío desde principios del 2013.
Este local no puede estar vacío y necesitamos un espacio de distribución; razón de sobra para ocuparlo. Dicha ocupación, por cierto, duró 5 horas. Esa misma noche, altos cargos del ayuntamiento acordaban con nosotros cedernos el espacio para uso como banco de alimentos solidario hasta la habilitación de un nuevo espacio.
4.
¿Es, en vuestra opinión, una táctica a corto plazo para resolver una necesidad
específica o esta debe ser una estrategia a largo plazo debido a la falta de
soluciones alternativas?
Es una estrategia a largo plazo pero que evidentemente rinde frutos a corto
plazo.
A corto plazo. Cubrir la necesidad básica de alimentación de unas familias que no disponen de recursos pero como instrumento de reivindicación social.
El combinar cierto asistencialismo, con la denuncia social, con acciones de desobediencia civil (ocupar la oficina de Servicios Sociales, de Vivienda, para protestar por su inoperancia) y las ocupaciones, nos ha dado una repercusión mediática, incluso a nivel internacional, sin precedentes en la historia del barrio o del propio Distrito de Nous Barris
A corto plazo. Cubrir la necesidad básica de alimentación de unas familias que no disponen de recursos pero como instrumento de reivindicación social.
El combinar cierto asistencialismo, con la denuncia social, con acciones de desobediencia civil (ocupar la oficina de Servicios Sociales, de Vivienda, para protestar por su inoperancia) y las ocupaciones, nos ha dado una repercusión mediática, incluso a nivel internacional, sin precedentes en la historia del barrio o del propio Distrito de Nous Barris
Hemos dado visibilidad al problema del auge de los niveles de pobreza, de
la desnutrición infantil, de las dificultades para acceder a la educación y al
haberlo focalizado hemos hecho imposible a la administración obviar el
problema. Estamos haciendo patente que la administración este renunciando a
cumplir sus funciones, a asegurar unos derechos para la infancia, para los más
desfavorecidos. Así es fácil, en la nueva contabilidad de las élites plantear
que el ayuntamiento tiene superávit. Se gasta lo mínimo posible en los barrios
pobres y se invierte todo en las zonas turísticas, en olimpiadas de invierno, o
como ya informábamos en rescates inmobiliarios disfrazados de mejora de barrio
(neokeynesianismo para los ricos, neoliberalismo para los pobres).
El nivel de activismo y participación comienza a crecer. La repercusión
mediática, las acciones, llevan a algunos vecinos a romper con la apatía y a participar y a hacer política. Con un
punto a destacar. La problemática trasciende diferencias culturales, y religiosas;
vecinos de colectivos que hace unos años no hubiesen visitado la asociación de
vecinos, y mucho menos hubiesen colaborado en un proyecto común, de forma aun
incipiente, comienzan a tejer lazos de colaboración haciendo cada vez menos
utópico el que al final todos nos consideremos únicamente vecinos.
A su vez, al promocionar proyectos autogestionarios a nivel de barrio, sin
ninguna participación de la administración, como ha sido por ejemplo la
distribución de alimentos de la ONG Vita Mundi, nos erigimos en agentes con
capacidad de marcar la agenda política, de incidir en la realidad del barrio.
A largo plazo. Nuestra objetivo es tener que dejar de distribuir alimentos.
La administración debe cumplir esta función y asegurar a la población unos mínimos
(salud, alimentación, alquiler social, educación, etc..). Recuperar lo público.
También, seguramente lo más importante, generar unas redes de solidaridad y
movilización política que permitan una autogestión de las soluciones a los problemas
vecinales. Vecinos que se organizan para asegurarse una
vivienda digna, para repartir la comida, que tienen entre todos y todas, gente
que sea capaz de articular soluciones imaginativas para paliar necesidades y
que de esta manera se hagan conscientes y ayuden a concienciar a otras personas
de que lo que sucede no es mala suerte ni una jugarreta del destino, sino una
injusticia; es decir, gente que piensa, que se organiza para reivindicar unos
derechos y llevarlos a la práctica.
Y no solo la autogestión a los problemas del barrio
sino, sobre todo, a la gestión y proyección futura del barrio, sea en tiempos
de bonanza o en tiempos difíciles como los actuales. Es importante que la
ciudadanía decida no sólo sobre el qué hacer en su barrio sino sobre el cómo
(no nos sirve cualquier manera de hacer las cosas, queremos la que consensuemos
colectivamente). Hay que reivindicar una participación ciudadana transversal,
ya sea para decidir sobre planes de ocupación o servicios a prestar (alimentos,
sanidad, vivienda, educación, etc.), como sobre la ubicación, la decoración o
el uso de una plaza. Al fin y al cabo son los vecinos los que hacen el
territorio y le dan la identidad.
5. ¿Con qué apoyo institucional y popular
contáis?¿Han surgido voces contrarias a vuestra acción?
La labor realizada en el tema de la vivienda ha obligado al ayuntamiento a postular un técnico como enlace entre los bancos, la administración y nuestra entidad. Esta intermediación ha sido fructífera en la resolución de algunos casos. Curiosamente el propio alcalde de la ciudad ha reconocido que esta tipo de colaboración era el camino a seguir. La Síndica de Greuges (una defensora del pueblo a nivel municipal) se ha interesado en la situación de nuestro barrio y en las casos de afectados.
Colaboración, acuerdos acciones de protesta, desobediencia, ocupaciones, dan lugar con sus tensiones y consecuciones, que nos han convertido en interlocutores válidos en la problemática de la gestión de la pobreza en la zona. Y lo que ha llevado a niveles kafkianos. En una especie de mundo al revés, nos encontramos con cada vez más casos de afectados que vienen a nosotros derivados por la propia administración (asistentes/as sociales, trabajadores de la oficina de vivienda, personal de los ambulatorios)
Colaboramos con otras entidades,
principalmente 500x20 a nivel de Distrito y de vivienda, y localmente, con
entidades del barrio para el tema de los alimentos. Llegando algunas de estas relaciones algo sui generis. Por ejemplo la relación con
una congregación de monjas ubicada en el barrio, cuya colaboración ha sido
vital para organizar el acuerdo con la ONG y con monjas que acuden a parar
desalojos, una implicación que ya nos gustaría encontrar en los teóricos
izquierdistas.
La tónica de los vecinos ha sido la
apatía total. Una población que ha sido educada en un consumismo individualista
y a delegar toda responsabilidad incluso para protestar. Muchas veces ha visto
con recelo y veces por las rasgos racistas por la gran cantidad de nuevos
inmigrantes (los viejos inmigrantes y sus hijos han olvidado cómo llegaron a
estos lares por los años 60 y 70 del pasado siglo).
También quejas razonables a potenciar una visión negativa del barrio al destacar la problemática de la vivienda, de la alimentación, por ejemplo el uso del nombre de Villadesahucio.
También quejas razonables a potenciar una visión negativa del barrio al destacar la problemática de la vivienda, de la alimentación, por ejemplo el uso del nombre de Villadesahucio.
Pero creemos que, poco a poco, los
vecinos van asumiendo que la asociación está jugando un rol importante a nivel
de Barcelona en la lucha contra unas políticas que relegan a los barrios pobres
al abandono institucional. Como trabajo pendiente nos resta divulgar que
nuestro trabajo no va sólo a unos colectivos concretos, sino para todos los
vecinos, que con este claro cambio sistémico, también acabarán viéndose
afectados.
6. Este proyecto de entrevista trata la
crisis pero está centrado sobretodo en la situación relativa a la vivienda.
Ciudad Meridiana es uno de los barrios más afectados por los desahucios en
España. En este sentido os quiero preguntar dos cuestiones. ¿De qué modo
trabaja esta cuestión la gente de la Asociación de Vecinos, y la gente del
barrio en general? ¿Y qué visión tiene la gente del barrio ante la ocupación
como alternativa para la gente que ha sido desahuciada?
Las preguntas anteriores han versado sobre tema del reparto
de alimentos por la relevancia que últimamente han tomado nuestras acciones.
Donde realmente hemos incidido, y lo que hemos estado trabajando durante más tiempo
ha sido el de la vivienda, intentando recoger toda la problemática de la
vivienda: hipotecas, alquileres, ocupación, subsidiación. etc; muy focalizado en el Distrito de Nou Barris
(en estrecha colaboración con la entidad 500x20) y en nuestro barrio.
Con una gran cantidad de
desalojos paralizados antes o en el mismo día de la ejecución y negociando con
la administración y los bancos salidas para familias cuyo principal problema es
la incapacidad de afrontar los costes de vivienda ante la falta crónica de
trabajo, hemos ido acumulando experiencia en el trato a los afectados, en el
uso de nuestro escasos recursos, en el diseño de acciones y de un discurso que
potencie la desobediencia y la politización de una población cada más al borde
de la exclusión.
La tarea ha sido muy complicada.
Partimos de unas familias destrozadas, que llegan a nosotros con un fuerte sentimiento de culpa. El
sistema capitalista ha potenciado a
niveles enfermizos un individualismo totalmente consumista. ¿Ya no eres rico?,
¿no puede pagar tu piso?, eres un fracasado y es únicamente culpa tuya.
Los primeros pasos son acoger a los
afectados, mostrarles que aunque no tenemos recursos, aunque no somos la
administración, vamos a intentar ayudarles a ayudarse a sí mismos. Todo un
aparato ideológico, mediático, se tradujo en una inmensa burbuja inmobiliaria
de la que era imposible sustraerse. Qué de lo que les ocurre, tienen una parte
de culpa, pero que también es un fracaso de un sistema económico que ha
decidido suprimir el estado de bienestar. Que
en el fondo, es una lucha contra una inmensa estafa que está concentrando la riqueza en unos pocos
mientras la mayoría nos convertimos en esclavos a pasos agigantados. Y que para
combatir esta situación la única manera ha de ser tejer redes para generar una capacidad de lucha colectiva
Después de este paso inicial, los
problemas siguen ahí, pero ese pequeño cambio de mentalidad da lugar a que la
familia cambie.. después de ello llega la movilización, la capacitación para
manejar su propio problema, la politización para asumir la necesidad de ayudar
a otros, de realizar acciones conjuntas.
Y ese trabajo continuado va
consolidando un colectivo con más capacidad, más reconocimiento por parte de
los vecinos, de los medios de comunicación, de la propia administración. Con la
consecución de algunas soluciones particulares para familias, daciones en pago,
alquileres sociales y cuestiones más genéricas como la disponibilidad de pisos
de emergencia por parte de la administración y el reivindicar políticas de alquiler
social
El tema de las ocupaciones es
complejo. Para comenzar es consecuencia del sistema criminal que sufrimos. La
enorme cantidad de desahucios que realizan los bancos tiene como principal
objetivo, castigando de la forma más dura posible a las aquellos que no puede
pagar su hipoteca, atemorizar a aquellos
que aun pueden seguir pagando. Una vez cumplida esta función los pisos
expropiados pierden su valor, difíciles de vender a unos precios artificiales para poder mantener la ficción
de que los bancos son solventes, estos pisos se quedan años abandonados sin que
la mayoría de las bancos se preocupen, no pagan la comunidad (si consigues
saber que banco es, ardua tarea sí además la hipoteca ha sido titularizada) o
no atienden muchas veces las quejas de las comunidades de vecinos. Y en la
situación de penuria que estamos viviendo los pisos acaban siendo ocupados.
Estas ocupaciones, generan una
problemática en las comunidades de vecinos,
a veces de convivencia, económicas, de no aceptación por parte de una
población asfixiada por los pagos de una personas que al margen del circuito
legal son vistos como unos privilegiados aunque no tengan ni que comer. Haciendo
necesario tomar cada caso con sumo cuidado.
Y por supuesto, podemos trabajar
la ocupación de un piso de un banco, legalizar la situación con un alquiler social, mediar con los vecinos para
mejorar la convivencia. No podemos
entrar en la ocupación de pisos de particulares. Como ocurre con el tema del
alquiler, una AVV no puede tomar partido en problemáticas entre vecinos. Puede
que el inquilino no pueda pagar, pero el propietario necesita ese dinero para pagar la hipoteca.
Buscar soluciones que impliquen un alquiler social en otro lugar, pero nunca
por ejemplo parar un desalojo.
La ocupación, que para cada vez
un mayor número de familias es la única solución ante unas total falta de
recursos, es un problemática de muy difícil resolución, que al final sólo podrá
ser solucionada con unas decididas políticas públicas de alquiler social.
Manuel Cubero “Cuby”
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